miércoles, 31 de octubre de 2018

Buenas prácticas para una convivencia inclusiva / Parte 5

DISCAPACIDAD  PSICOSOCIAL

Aunque las personas con discapacidad psicosocial demuestren dificultades en llevar adelante actividades de la vida cotidiana, debemos considerar que usualmente son personas con un coeficiente intelectual por encima de la media.


Mantengamos una comunicación clara, sin ambigüedades, evitando confusiones.


Tratemos a una persona con discapacidad psicosocial de forma similar que al resto de las personas: de manera natural, con respeto y discreción. Intentemos comprender su situación, facilitando siempre su participación en todas las actividades. Tomémonos un tiempo para escuchar lo que dice.


Fuente:
Folleto "Sugerencias para un trato adecuado a las Personas con Discapacidad" de la Intendencia de Montevideo, 2006. 

 

martes, 30 de octubre de 2018

Buenas prácticas para una convivencia inclusiva / Parte 4

DISCAPACIDAD INTELECTUAL
 

 

Tratémoslas de acuerdo a su edad.
Seamos naturales y claros en la manera de hablar 

a una persona con dificultades de comprensión. 

Expresémonos con vocabulario sencillo 
y asegurémosnos de que nos comprendió.
 

En una conversación pueden necesitar más tiempo para contestar. Seamos pacientes y flexibles mostrando nuestro apoyo.

Cuando les expliquemos algo, cuidemos que las instrucciones sean claras y breves. Asegurémonos que comprendió.
 

Sólo ayudemos cuando sea necesario, dejando que se desenvuelva con autonomía en el resto de las actividades.


Fuente:
Folleto "Sugerencias para un trato adecuado a las Personas con Discapacidad" de la Intendencia de Montevideo, 2006.  

sábado, 27 de octubre de 2018

Buenas prácticas para una convivencia inclusiva / Parte 3

 DISCAPACIDAD  AUDITIVA

Una persona con discapacidad auditiva puede ser sorda o tener una limitación en la audición (hipoacusia).  

Las limitaciones en el habla normalmente son consecuencia de la discapacidad auditiva. 
No es correcto decir que una persona es sordomuda.  

La denominación correcta es persona sorda.

Muchas personas sordas no hablan ni leen el idioma español. Se comunican en su propia lengua, Lengua de Señas Uruguaya (LSU). 

Cada país tiene su propia lengua de señas. 

Si son personas sordas usuarias de la Lengua de Señas Uruguaya, procuremos que esté presente un intérprete. Para las personas sordas que sólo se comunican con LSU, el idioma español es una lengua extranjera, como como cualquier otro idioma.

 
No todas las personas sordas pueden hacer lectura labial; aquellas que sí pueden necesitan nuestra ayuda. Si hacen lectura labial situémonos en un lugar donde nos pueda ver con claridad: deberíamos hablarle de cerca, de frente, a su altura y con nuestro rostro suficientemente iluminado.
 

Hablemos con nuestra voz, naturalmente, ni muy de prisa ni muy despacio. 

Vocalicemos bien sin exagerar ni gritar. 
Podemos utilizar gestos y/o lenguaje escrito.
Si no entendemos y estamos fingiendo comprender, 

el/la interlocutor/a puede pensar que para nosotros no es importante lo que está diciendo. 
Simplemente pidámosle que repita.


Fuente:


Folleto "Sugerencias para un trato adecuado a las Personas con Discapacidad" de la Intendencia de Montevideo, 2006. 

Buenas prácticas para una convivencia inclusiva / Parte 2

DISCAPACIDAD VISUAL
 

 


 

 

 

 

 

 

 

Las personas con discapacidad visual pueden ser ciegas o tener baja visión.  

Es incorrecto decir "persona no vidente" porque hace referencia a su limitación. 

La denominación correcta es persona ciega ó persona de baja visión.
 

Identifiquémonos y asegurémonos que la persona con discapacidad visual sabe que nos estamos dirigiendo a ella. No nos ausentemos sin avisarle.

Ofrezcámosle ayuda si vemos que duda, o si observamos que existe algún obstáculo.
 

Al acompañar a una persona con discapacidad visual, ofrezcámosle nuestro brazo. En lo posible ubiquémonos a su lado, dejando libre el espacio para el uso del bastón. No usemos su bastón para señalar objetos ni para guiarla.
 

Si ofrecemos o indicamos alguna cosa a una persona con discapacidad visual, digámosle de que se trata. Informémosle en qué lugar exacto se encuentra lo indicado, utilizando palabras como: izquierda, derecha, adelante, atrás.  

Evitemos utilizar palabras como: acá, allá, o el uso de señas.
 

Si deseamos indicarle un lugar para sentarse, ubiquemos su mano libre en el respaldo del asiento. Mantengamos el entorno ordenado, evitando puertas y ventanas entre abiertas, objetos fuera de sitio, cuerdas o cables atravesados.
 

No todas las personas con discapacidad visual acceden de la misma forma a la información. 
Algunas de ellas precisarán Braille, textos impresos en tinta (con letras grandes y buen contraste de colores), herramientas informáticas, etc.
 

Algunas personas ciegas tienen perro guía. 
No lo tratemos como si fuera simplemente una mascota, no dispersemos su atención, está cumpliendo una tarea muy importante.


Fuente: Folleto "Sugerencias para un trato adecuado a las Personas con Discapacidad" de la Intendencia de Montevideo, 2006. 




viernes, 26 de octubre de 2018

Buenas prácticas para una convivencia inclusiva

Las barreras actitudinales atraviesan al conjunto de la sociedad. Se generan a partir de la falta de conocimiento sobre necesidades y derechos de las personas. 
Existen muchos prejuicios, mitos y estereotipos sobre las personas con discapacidad.
 
 
Para construir una sociedad inclusiva para todos y todas tenemos que empezar por cambiar nuestras actitudes. Las personas con discapacidad pueden trabajar, estudiar, tener relaciones sexuales, formar su familia y ser felices como cualquier persona.
 
No las subestimemos ni las prejuzguemos.
 
Evitemos por lo tanto infantilizarlas, no necesitan de nuestras imposiciones o actitudes sobreprotectoras.
 
Reconocemos que muchas personas tienen una actitud solidaria ante las personas con discapacidad. Hay que tener en cuenta que no todas ni en todos los momentos precisan ayuda. Dejemos que hagan por sí mismas todo lo que puedan hacer. 
 
No decidamos por ellas, preguntémosles siempre que ayudas desean recibir.

Las ciudades pueden convertirse en entornos muy hostiles para personas que tienen limitaciones temporales o permanentes. Una actitud responsable supone ponerse en el lugar del otro/a.
 

Personas con discapacidad es el término correcto. No es oportuno utilizar palabras como: personas con capacidades diferentes, lisiados, minusválidos, imposibilitados. Es ofensivo utilizar diminutivos como: "loquito, cieguita, renguita, pobrecito, taradito, mongolito".

Las personas con discapacidad no son un grupo homogéneo, tienen distintas necesidades dependiendo de su situación. Tratemos de ajustar nuestro comportamiento actuando con naturalidad.
 
Hablemos con ellas directamente y no a su acompañante, que además es una regla básica de educación hacia todas las personas.

Fuente:
Folleto "Sugerencias para un trato adecuado a las Personas con Discapacidad" de la Intendencia de Montevideo, 2006.